Maker delivers you in a hermetically sealed, translucent sleeve. To come alive, self-assembly is required. Begin by fully severing every single one of your parts from the packaging (final cut-off from Helping Hand may leave deep birth wound on left shoulder). For instructions, do not rely on the phone enclosed by Maker. Neither should you, by any other means, attempt to dial the six-digit number listed in Manual. (An old man will answer and, with a croak, instruct you to blind your firstborn eye before assembly.) There should, in fact, be no manual or batteries included save for your own. Disconnect and rewire the phone line. Thread it behind the left breast and through the upper-right chamber of your heart. Breathe. Count. Breathe. Once you feel yourself generating electrical impulses past 100 per minute, begin to direct the gaze of your firstborn eye to the right, diametric to your birth wound at left. At first, you will make out a vision of Self, which appears as a tiny, faint, gray figure. Breathe. Count. Breathe. With each impulse, the current your heart siphons from the phone line will slowly render the vision of Self in vibrant color. Your grey tongue will begin to blush, too. When it swells with the metal-sweet taste of saffron, you will know that this vision of Self is real enough to power its own flow. Breathe. Count. Breathe. Self-assembly follows Ohm’s Law: Erratic bursts of power will initially cause voltage shock in this vision of Self, and it will attempt to regulate the current flow by blocking mouth and vagina with hands. Balance the current by aligning your secondborn pair of eyes with the gaze of your firstborn eye, thus rendering a panoramic vision of Self. The current will now flow with more regularity between you both. The closer you align your own eyes, the steadier and thicker the current. Breathe. Count. Breathe. Disconnect altogether from the phone line. As the current between you condenses, it will emerge from the vision of Self as a liquid cloth, taking on the color and aroma of amaranth. Using the remnants of the phone line, tether the first of this blood to a loom, and swaddle your manufactured body in every thread woven. Breathe. Count. Breathe. As your manufactured body is enmeshed in red, watch your vision of Self expand by magnitudes. Align your eyes to her eyes until perspective shifts–you become your own vision of Self, watching the manufactured body weld to the bloodcloth. From the excess, weave a flag of triumph. You are now Maker.
Círculo de retroalimentación
por Nelly Rosario ~ Traducción de Kianny N. Antigua
Hacedor te entrega en una funda translúcida herméticamente sellada. Para cobrar vida, se requiere auto ensamblaje. Empieza cercenando cada una de tus partes del empaque (el corte final de Mano Amiga podría dejar una herida de nacimiento profunda en el hombro izquierdo). Para obtener instrucciones, no confíes en el teléfono incluido por Hacedor. Tampoco debes intentar, por ningún otro medio, marcar el número de seis dígitos que aparece en Manual. (Un anciano responderá y, con un graznido, te indicará que ciegues el ojo de tu primogénita antes del ensamblado). No debería, de hecho, haber ni manual ni pilas incluidas, salvo las tuyas. Desconecta y vuelve a instalar el cable de la línea telefónica. Enróllala detrás del seno izquierdo y a través de la cavidad superior derecha de tu corazón. Respira. Cuenta. Respira. Una vez que sientas que generas impulsos eléctricos que superen los 100 por minuto, comienza a dirigir la mirada del ojo de tu primogénita hacia la derecha, diametralmente hasta tu herida de nacimiento a la izquierda. Al principio, distinguirás una visión de Ser, que aparece como una figura diminuta, tenue y gris. Respira. Cuenta. Respira. Con cada impulso, la corriente que tu corazón extrae de la línea telefónica hará que la visión de Ser cobre lentamente un color vibrante. Tu lengua gris también comenzará a sonrojarse. Cuando se hinche con el dulce y metálico sabor del azafrán, sabrás que esta visión de Ser es lo suficientemente real como para impulsar su propio flujo. Respira. Cuenta. Respira. El auto ensamblaje sigue la ley de Ohm: las explosiones erráticas de poder causarán inicialmente un choque de voltaje en esta visión de Ser, e intentará regular el flujo de corriente bloqueando la boca y la vagina con las manos. Equilibra la corriente alineando tu segundo par de ojos con la mirada del primero, dando así una visión panorámica de Ser. La corriente fluirá ahora con más regularidad entre ambos. Mientras más alinees tus propios ojos, más estable y espesa será la corriente. Respira. Cuenta. Respira. Desconéctate por completo de la línea telefónica. A medida que la corriente entre ustedes se condense, emergerá de la visión de Ser como una tela líquida, tomando el color y el aroma del amaranto. Usando los restos de la línea telefónica, ata la primera parte de esta sangre a un telar y envuelve tu cuerpo fabricado en cada hilo tejido. Respira. Cuenta. Respira. Mientras tu cuerpo fabricado se enrede en rojo, observa cómo tu visión de Ser se expande en magnitudes. Alinea tus ojos con los de ella hasta que la perspectiva cambie: te conviertas en tu propia visión de Ser, observando cómo el cuerpo fabricado se suelda a la tela de sangre. Del exceso, teje una bandera de triunfo. Ahora eres Hacedora.
This piece is from our Winter 2021-2022 in-residency series, The Amaranta Project.
Nelly Rosario is author of Song of the Water Saints, winner of a PEN/Open Book Award. Her work appears in various anthologies and journals, including Callaloo, Meridians, Review, Chess Life, and el diario/La Prensa. She conducts research for the MIT Black History Project and collaborates on desveladas, a writing collective engaged in visual conversations across the Americas and winner of a Creative Capital Award in Literature. Rosario is Associate Professor at Williams College.